Aburguesados e incómodos
conviven en fuerzas dispares
ejercicio parental
sumisa
indiferencia
no es consideración la pregunta
sólo atrevida aprensión
clarividencia obtusa
cegada por lo falaz
lo intangible es vano
la utopía muerde lo sustantivo
cohabitando con lo empírico
¿Acaso es hora de teorizar?
morderé el asfalto frío
como una silente obsesión
Entre mordidas y puñetazos, sobrevivimos, o eso creo.
ResponderEliminarNo hay obsesiones calladas, gimen cual pequeños animales que se imponen.
Me gusta que decidieras publicar con tu nombre, ya pasó aquella moda de publicar bajo un seudónimo como una forma de resguardar nuestras vidas de la mirada ajena, me gusta que asumas tu momento, tu palabra que es firme y ya tiene un sello propio, solo faltaba esto, tu firma al pie de la página.
Abrazo.
Me encanta!!! Y Gaspar también me gusta, pero definitivamente este es un paso más de gran identidad.
ResponderEliminarCon el poema me dejas en silencio...Se siente la fuerza de dos enfrentando lo inevitable. Da para muchas interpretaciones...Es un Gran Poema...me gusta me dejen pensando, lo consigue totalmente, asumo mi curiosidad.
Beso inmenso y felicidades!
Anouna
Este nuevo paso tiene tu impronta tu sello, como antes, era tu sello, siempre tuyo.
ResponderEliminarFelicitaciones y mucho éxito!
Tu poema me deja un pensamiento, entre muchos otros, ...quizás ya no sea hora de teorizar, quizás nunca lo ha sido.
Un abrazote
Maffi
Mi querido Luis, ya me había acostumbrado a decirte Gaspar. Sé que en algún momento el seudónimo que oculta al protagonista,termina por negar al protagonista, por eso entiendo esta nueva etapa en tu camino poético. Solo me queda entregarte un fuerte abrazo, y ¡felicidades! con este nuevo hijo virtual.
ResponderEliminarDe tu poema entiendo, que sobreviven dos fuerzas, y que ambas se complementa por ser opuestas.
Luis, la vida es una incógnita y las fuerzas que la cruzan son dispares pero en medio está la carretera, el "asfalto" para caminar y seguir adelante.
ResponderEliminarMe subo al último tren, no me puedo permitir el lujo de quedarme en el andén. Por cierto ¿próxima parada Chile?