Bebo de la mano
impoluta sumergiéndome entre lazos que el tiempo no ha roto, mi ser se
entreteje con el suyo como hilando el más fino telar y las fuentes se abren
maravilladas, cubriéndome la piel, agasajando el bravío deseo; es la gracia
inmerecida, el regalo divino que sellará este pacto que renace, en medio del
vendaval.
Regalo divino, me quedo con esas palabras. Todo lo sublime en la vida es algo más allá de toda imaginación...
ResponderEliminarBeso
Anouna :)
Que cierto lo que dice Anouna, todo lo sublime lo es... cómo el amor inevitable y renovado que se respira entre sus espacios y desde ellos.
ResponderEliminarMis cariños a ustedes amigos.
Besos
Cecy
El amor es el regalo divino, el mejor de los pactos.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso
Maffi
Me gustan los pactos y los lazos se se mantienen a pesar de las tormentas.
ResponderEliminarJuegas con la palabra, muy bien.